Tener dudas es normal, nosotros también las tenemos a la hora de escoger el sabor de nuestro Paladin. Suerte que vosotros tenéis las respuestas.
Paladin Original y Paladin Noir no llevan leche y tampoco lactosa ni trazas. Por lo tanto, si eres intolerante a la lactosa, puedes tomártelo cambiando tu preparación con leches sin lactosa u otras bebidas de origen vegetal. En cambio, el Paladin Blanco y Paladin Líquido sí que llevan leche en sus ingredientes por lo que no son aptos para personas intolerantes a la lactosa o alérgicas a la proteína de la leche.
Para cualquier duda, consulta la etiqueta: si algo no sale en la lista de ingredientes, ni nombrado en el apartado “puede contener”, es que no hay ni rastro.
Aunque toda la gama de Paladin no utiliza directamente ingredientes con gluten, sólo con el Paladin Líquido podemos garantizar que no hay trazas por contaminación cruzada y es apto para celiacos.
La vida útil del Paladin Original es de 3 años, del Paladin Blanco y Paladin Noir de 2 años y Paladin Líquido de 6 meses.
Una vez abierto el envase, recomendamos conservarlo en el frigorífico hasta un máximo de 4 días.
Paladin Noir contiene más cantidad de cacao que Paladin Original. Paladin Noir es la variedad más intensa y su delicioso sabor nace de la combinación perfectamente equilibrada de cuatro cacaos distintos.
El envase de Paladin está elaborado con materiales 100% reciclables y se puede depositar en el contenedor amarillo tal y como se indica en el pack. En el caso del brick de Paladin Líquido, se puede depositar en el contenedor amarillo - tal y como se indica en el pack- siempre separando todas sus partes para facilitar el reciclaje.
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